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Embarazadas y entrenamiento de fuerza: Derribando mitos

By Fisioterapia, Fisioterapia de suelo pélvico

¿Es cierto que las embarazadas no pueden hacer ejercicios de fuerza? ¡Falso! De hecho, el entrenamiento de fuerza durante el embarazo, siempre que se realice de forma segura y controlada, ofrece múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebé.

En clínica Ayrim, te desmentimos este mito y te explicamos por qué el entrenamiento de fuerza es una excelente opción para las mujeres embarazadas:

Beneficios del entrenamiento de fuerza durante el embarazo:

  • Reduce el dolor de espalda y la lumbalgia: El aumento del peso del bebé durante el embarazo puede generar tensión en la espalda baja. Los ejercicios de fuerza ayudan a fortalecer los músculos que sostienen la columna vertebral, aliviando el dolor y previniendo lesiones.

  • Mejora la postura: La postura también se ve afectada por el crecimiento del útero. El entrenamiento de fuerza ayuda a mantener una postura correcta, lo que reduce la fatiga y mejora el equilibrio.

  • Prepara el cuerpo para el parto: Los ejercicios de fuerza específicos para el suelo pélvico ayudan a fortalecer los músculos que intervienen en el parto, lo que puede facilitar el proceso y reducir el riesgo de desgarros.

  • Disminuye el riesgo de diabetes gestacional: La actividad física regular ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, lo que reduce el riesgo de desarrollar diabetes gestacional.

  • Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés: El ejercicio físico libera endorfinas, las hormonas del bienestar, que ayudan a mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés, comunes durante el embarazo.

¿Qué ejercicios de fuerza son recomendables para embarazadas?

  • Ejercicios con bandas de resistencia: Son una opción segura y versátil para trabajar diferentes grupos musculares.

  • Ejercicios con pesas: Se pueden utilizar mancuernas, pesas rusas, barra…

  • Ejercicios con el propio peso corporal: Flexiones, sentadillas o lunges son ejemplos de ejercicios que no requieren equipamiento.

Recomendaciones para realizar ejercicio de fuerza durante el embarazo:

  • Es importante consultar con tu médico o fisioterapeuta antes de iniciar cualquier programa de ejercicio.

  • Comienza con ejercicios de baja intensidad y aumenta gradualmente la intensidad y la duración de las sesiones.

  • Presta atención a tu cuerpo y descansa si te sientes cansada o mareada. ¡Mantente hidratada bebiendo agua durante todo el ejercicio!

  • Evita ejercicios que impliquen un alto riesgo de caídas.

En conclusión, ¡no te dejes llevar por los mitos! El entrenamiento de fuerza durante el embarazo es una actividad segura y beneficiosa para la salud de la madre y el bebé. Las embarazadas pueden y deben realizar ejercicios de fuerza de forma segura y controlada. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento, no dudes en consultar con un profesional de la salud.

Recuerda:

  • El ejercicio físico es esencial para una gestación saludable.

  • El entrenamiento de fuerza te ayudará a sentirte mejor y a prepararte para el parto.

  • Consulta con un profesional antes de iniciar cualquier programa de ejercicio.

¡No tengas miedo de moverte! El ejercicio te hará sentir mejor durante tu embarazo.

NO PUEDES COGER PESO, ES MALO PARA TU ESPALDA.

By Fisioterapia

NO PUEDES COGER PESO, ES MALO PARA TU ESPALDA.

¡Buenas Ayrimers! Cuantas veces habéis escuchado esta frase en vuestra vida. Yo por desgracia la he vivido en muchas ocasiones con varios pacientes en consulta.

Hoy os vengo a explicar un poco sobre el efecto nocebo y por qué si debes entrenar fuerza (coger peso) para mejorar tu espalda. Aunque esto último como verás no puedes hacerlo sin hacer un análisis de tu estado y adaptando mucho a tus necesidades.

¿Qué es el efecto nocebo?

¿Te acuerdas del efecto placebo? Si no, no te preocupes yo te lo recuerdo. El efecto placebo es hacer una técnica o usar un “fármaco” (simulador) que no genera ningún efecto en el organismo pero que tu como paciente puedes ver una mejoría de tus síntomas. Este efecto se utiliza mucho y a veces es útil. Ej: una sacarina en personas mayores dependientes de fármacos inhibidores del sistema nervioso (por ejemplo, Lorazepam) para dormir o la misma homeopatía que tan discutida a veces en jergas entre compañeros de salud. Bien, pues el efecto nocebo es el efecto contrario. ¡Y cuidado con esto por que es muy importante que lo conozcas, ya que puede empeorar tu salud!

A veces, cuando los terapeutas hablamos con nuestros pacientes no tenemos tan en cuenta las palabras o las expresiones que estamos utilizando. Pero, según un estudio publicado por YiHeng Tu et. al. las palabras que decimos, como las decimos y el contexto influye en la forma en la que el paciente “modula” el dolor de forma inherente al tratamiento. ¿Qué quiere decir esto? Que debemos tener mucho cuidado con las palabras que decimos ya que podemos causar mucho daño a nuestros pacientes. Además, este estudio invitaba a los terapeutas a medir mucho las palabras y adaptar mucho la comunicación para no generar mensajes negativos al paciente.

Así que si te han dicho esta frase lo siento, has sufrido una iatrogenia y probablemente el terapeuta que te la haya dicho no lleve razón. No se trata de tener una psicología de Mr. Wonderfull entre el terapeuta y el paciente, consiste en hacer ver al paciente que todo es posible si nos lo ponemos como objetivo y trabajamos para lograrlo. Debes tener en cuenta que un mensaje negativo en un proceso de deterioro de la salud (Ej. Un dolor lumbar muy agudo) puede generar miedo, catastrofismo (dar mas relevancia al problema del que lo tiene) y hacer que tenga una baja eficacia (en vez de intentar moverte y adaptar tu día a día, me pongo la mantita eléctrica y me meto en la cama 5h). ¿Sabías que cuanto más tiempo pases de baja en un dolor lumbar, más probabilidad hay de que se vuelva crónico y pierda relación con el tejido (daño=dolor)?

¿Impresionante verdad? Cosas tan maravillosas como esta y mucho más es capaz de hacer tu complejo sistema nervioso, ese que hace que todo funcione o no funcione. Por tanto, espero que después de leer estas palabras cojas un poco más con pinza lo que te dicen y siempre pongas en duda las palabras que te decimos los terapeutas, sobre todo si no te mostramos documentación que evidencie las palabras que estamos hablando.

¿Por qué debemos entrenar fuerza?

El entrenamiento de fuerza debe ser muy útil para mejorar tus capacidades y generar analgesia en cuanto a un proceso doloroso. Pero para entender esto, debemos hablar un poco de la fisiología que está detrás de esta modalidad de entrenamiento.

El entrenamiento de fuerza trabaja por la vía anaeróbica, en ausencia de oxígeno. Esto tiene algunas ventajas y desventajas. Las desventajas son la liberación del lactato y la oxidación que se provoca que puede provocar una sensación de “rigidez muscular” post-entrenamiento. Pero pese a esto o esas sensaciones de agujetas, el entrenamiento de fuerza es capaz de liberar sustancias tan importantes como la dopamina, endorfina y serotonina que son las principales hormonas inhibidoras del dolor. Es decir, capaces de producir analgesia en un proceso doloroso.

Pero ¿Y si tengo dolor como voy a entrenar? Pues ahí está la clave de la cuestión. Hay una frase que me gusta mucho que dice “no elimines, simplemente adapta”. Muchas veces, nosotros como terapeutas uno de nuestros objetivos profesionales es guiar al paciente en su proceso de dolor y buscar dosificar el ejercicio para que pueda generar una respuesta positiva terapéutica (por eso se denomina ejercicio terapéutico). Por tanto, intenta si estás ante un proceso de dolor ponte en manos de un profesional y recuerda.

“No hay nada que no puedas hacer o no hacer, simplemente tienes ser lo suficientemente importante para ti para que se transforme en una prioridad y sea un objetivo que conseguir. Pues si esto es así, con esfuerzo podrás lograrlo a medio-largo plazo”.

Espero como siempre que te haya sido interesante este blog y lo hayas visto útil para entender un poco más a cerca de como funciona el organismo humano. ¡Y nos vemos en el próximo!